01 de abril 2020

El golf y las lesiones de hombro, codo y muñecas

Cada vez más personas juegan a golf. El golf es un deporte único en el sentido de que la capacidad de participar a un alto nivel no está limitada por la edad. Además, los participantes al contrario que en otros deportes tienden a jugar más a medida que envejecen. La edad, la práctica excesiva, los movimientos repetitivos, una mala preparación física y una mecánica errónea del swing son las causas principales de la mayoría de las lesiones. Algunos estudios cifran en más de un 57% el número de jugadores que ha sufrido una lesión relacionada con el golf. Si bien las lesiones en la espalda son por sí solas la parte del cuerpo más comúnmente lesionada, las lesiones de las extremidades superiores son las más frecuentes y las que más veces acaban provocando que no podamos jugar. Entre los profesionales la mano y la muñeca son las zonas de la extremidad superior más comúnmente lesionadas. Entre los aficionados es el codo la articulación que se lesiona con más frecuencia.

 

Hombros

El hombro es la articulación con mayor movilidad del cuerpo humano y juega un papel decisivo en el swing, no solo por los músculos del hombro sino también por los estabilizadores de la escapula. Las posiciones extremas del swing de golf implican colocar la articulación del hombro en amplitudes articulares máximas de abducción y aducción que pueden desencadenar en lesiones.

Se sabe que la causa más común de lesión en el hombro es el pinzamiento subacromial del manguito rotador y que las lesiones y el dolor en el hombro relacionados con el golf tienen más probabilidades de observarse en el hombro no dominante. El músculo supraespinoso es con bastante diferencia el más susceptible a lesionarse. También se conoce que existe una correlación entre el tiempo dedicado a practicar golf y la rotura del músculo supraespinoso.

Es importante tener en cuenta que cuando esta articulación se daña, tiene una recuperación costosa y lenta, es por eso por lo que para evitar lesionarse hay que realizar un entrenamiento especifico que incluya el trabajo de la flexibilidad y fuerza de la articulación del hombro, así como corregir la mecánica de swing defectuosa. Un buen ejemplo son los ejercicios de fortalecimiento del manguito rotador:

 

Codos

Entre los jugadores aficionados el codo es la articulación que se lesiona más comúnmente. De hecho, es habitual oír hablar del “codo de golfista” que hace referencia al dolor que se siente en la parte interna del antebrazo. Por otro lado, existe el famoso “codo de tenista” que hace referencia a cuando es la parte exterior del codo la que sufre problemas. Los síntomas de estas lesiones son dolor, hinchazón, entumecimiento, hormigueo, debilidad o pérdida de movilidad en la zona del codo y el antebrazo.

 Las principales medidas que podemos adoptar para prevenir estas lesiones son:

  • Estiramiento y calentamiento antes de empezar a jugar.
  • Corregir la postura y la mecánica del swing.
  • Usar el equipo adecuado.
  • Fortalecer los músculos del antebrazo.
  • Si hay dolor, reposo relativo, hielo y fisioterapia.

 

Muñecas

Las lesiones en la muñeca son las que más frecuentemente padecen los golfistas profesionales, aproximadamente representan un 67% de las lesiones. También es mucho mayor la proporción de casos en los que la muñeca delantera suele verse afectada. Hay que tener en cuenta que esta articulación tiene mucha influencia respecto a dónde dirigimos la bola cuando la golpeamos con el palo. La muñeca tiene dos formas principales de lesionarse y son debido a contusión o por sobrecarga. En el golf, normalmente, suele ser a raíz de la segunda opción ya que sometemos la articulación a una sobrecarga o hacemos un uso excesivo de su función. La lesión por contusión podría darse en el momento que se golpea una piedra o el suelo con el palo.  Cuando la muñeca se lesiona por sobrecarga suele derivar en una tendinitis, una inflamación de los tendones del músculo.  Las lesiones en las muñecas de este tipo se tratan con hielo, reposo relativo, fisioterapia y, cuando el dolor disminuya, intentar fortalecer la zona.

La manera más eficaz de prevenir estas lesiones es realizando calentamiento y estiramiento de la zona antes de la práctica deportiva. También hay que tener en cuenta elegir el material adecuado para cada jugador y como siempre una correcta mecánica del gesto.

 

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