30 de junio 2020

Golf Castellterçol, un pequeño club de espíritu ecológico en la Catalunya Central

Golf Castellterçol, situado en la Catalunya Central, es un proyecto que arrancó en 1988 liderado por un grupo de amigos y que logran ilusionar a muchos socios del pueblo y los alrededores para poner en marcha este campo de nueve hoyos. 

Considerado en su momento, como un campo ‘rústico’, dependiendo de la lluvia para poder tener las calles en buenas condiciones, ahora prefieren denominarlo como ‘ecológico’, ya que finalmente han encontrado el agua para regarlo de un pozo en el propio campo. 

“Somos un club pequeño, con menos de 100 socios, pero para nosotros, este campo forma parte de Castellterçol y lo cuidamos entre todos”, asegura el presidente, Salvador Sala, que disfruta de la instalación como el resto de socios de manera regular.

Y es que los habituales del campo son precisamente esos socios, y apenas han ganado nuevos miembros hasta que llegó la pandemia. Sala nos explica que han logrado casi de golpe cinco nuevos socios. “Una gran noticia para el club, que fomenta el ambiente familiar entre todos los que mantenemos la instalación”.

No es un campo con muchos socios pero son muy activos. “Organizamos torneos patrocinados por algunos empresarios del pueblo, y también organizamos una liguilla con los propios socios”, explica el presidente, con mayoría de jugadores séniors.

Se muestra orgulloso de haber participado en el Pentagonal de la FCGolf con “hasta cuatro equipos” a pesar de ser un club tan pequeño. “Nos gusta competir, y también visitar otros campos, si tenemos la oportunidad”.

A pesar de la pandemia, “el campo siempre se ha cuidado” y están orgullosos de ofrecer a los jugadores que se acerquen a conocerlo, el “mejor momento desde que arrancó”. 

Y quién quiera jugarlo entre semana, puede donar lo que quiera, ya que el objetivo no es ganar dinero “sino fomentar un club deportivo del que se beneficien todos los socios y visitantes”, dice el presidente. 

Situado en unos campos de labranza, no se ha tocado ni un árbol para crear el recorrido, rodeado de flora autóctona y algunos cerdos salvajes, que castigan de vez en cuando el campo. Pero es el precio de disfrutar del golf en un recorrido integrado en la naturaleza, y más espectacular que nunca. "Acercaros y jugadlo", dice el presidente.